miércoles, 20 de enero de 2010
SALAZAR MOROTE TIENE PUESTO EL CASCO DE LA SOUTHERN COPPER CORPORATION
Desde el año 1999, durante la temporada de lluvias, los medios de comunicación apurimeños nos da cuenta de huaycos en el sector Masopampa del distrito de Tapayrihua del provincia de Aymaraes. Esta información también es remitida a la ciudad de Lima por el Sistema Nacional de Defensa Civil, quien a raíz de una nuevo huayco ocurrido el día el día 05 de marzo del 2009, emitió el siguiente reporte:
“HECHOS: Siendo las 21:00 horas se produjo huayco en el sector de Masopampa a consecuencia de las fuertes lluvias que se están sucintando en la zona afectando la circulación vehicular a la provincia de Antabamba y distritos
DAÑOS: En momentos que transitaban 02 vehículos en el sector de Masopampa se atascaron y se vino otro huayco de regular proporción arrastrándolo hasta el rio Antabamba, en donde uno de ellos desapareció y el otro se encuentran visible en el medio del rio, los ocupantes de ambas unidades pudieron salvarse, dicho huayco genero daños en 150 metros lineales de la carretera Abancay -Antabamba y daños materiales 02 vehículos de carga
ACCIONES: El Comité Regional de Defensa Civil realizo la evaluación de daños y se está coordinando con la Dirección Regional de Transportes para la habilitación de la carretera con maquinaria pesada.”
¿Por qué suceden estos huaycos?
La empresa minera SOUTHERN COPPER CORPORATION, concesionaria del Proyecto Minero “Los Chancas”, viene realizando trabajos de cateo y exploración desde el año 1996, dentro de los territorios de la Comunidad Campesinas de Tiaparo del distrito Pocohuanca y Tapayrihua del distrito de Tapayrihua de la provincia de Aymaraes.
Con este objeto, no sabemos si contando o no con la autorización del Ministerio de Transportes y Comunicaciones o la Dirección Regional de Transportes de Apurímac, y de la Comunidad Campesina de Tapayrihua, en el 1998 inicio la construcción de una trocha carrozable de aproximadamente 12 km, en las laderas de los cerros Lasapata y Huipani, cuyo trazo original debía pasar por los anexos de Huanccamoye, Atisca, Atunhuaycco, Pacchantay, Huailaccocha, Malcachay y Negropuquio Huipani; pero debido a la inestabilidad de las tierras la empresa debió abandonar este proyecto y porque en el año 1999, ante sus propios ojos, estos irresponsables trabajos carreteros se vinieron abajo en forma de un gigantesco huayco que arrasó los anexos de Masopampa y Tupac Amaru y formó un gigantesco embalse en el rio Antabamba. Desde esa fecha y hace más de 10 años son afectados con estos huaycos más de 15,000 pobladores de los distritos de Yanaca, Pocohuanca, Sabayno, Huaquirca, Antabamba y Juan Espinoza Medrano.
¿Qué paso después?
Fracasada esta está obra, la empresa emprende la construcción de una nueva trocha carrozable que cruza por la propia Comunidad de Tapayrihua y el anexo de Huayao, donde del modo más aborrecible posible y cometiendo delitos que lo humildes campesinos no pudieron denunciar, destruyeron de parcelas familiares (único sustento de los comuneros afectados), caminos de herradura, pastos naturales, flora y fauna silvestre del ecosistema del lugar, canales de irrigación y sistema de agua potable y hasta 1.50 has. del Complejo Arqueológico de Muyu-Muyu, restos de un importante asentamiento pre inca, que corren el riesgo de desaparecer por la muy explicable incuria de los funcionarios del INC-Apurímac, que hasta fecha no han sancionado ni denunciado penalmente esta salvaje destrucción del Patrimonio Cultural de la Nación. ¿Qué les dará la Southern a cambo? Ellos nomás conocen.
Pero por sobretodo han violentado la estructura ancestral y el tejido social de la Comunidad Campesina de Tapayrihua, pese a que el artículo 2º del Convenio OIT Nº 169, SOBRE PUEBLOS INDIGENAS Y TRIBALES EN PAISES INDEPENDIENTES, obliga al Estado Peruano a:
“Artículo 2
1. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad.
2. Esta acción deberá incluir medidas:
a)que aseguren a los miembros de dichos pueblos gozar, en pie de igualdad, de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga a los demás miembros de la población;
b)que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones;
c)que ayuden a los miembros de los pueblos interesados a eliminar las diferencias socioeconómicas que puedan existir entre los miembros indígenas y los demás miembros de la comunidad nacional, de una manera compatible con sus aspiraciones y formas de vida.”
¿Qué hizo hacer la Southern Copper Corporation para reparar los daños y perjuicios producidos por esta dolosa acción?
NADA, nada de nada…..nada, porque el Gobierno Regional de Apurímac, ni nadie denunció a los autores intelectuales y materiales por la comisión de los delitos conforme a lo dispuesto por las leyes nacionales:
- Delito de daño agravado: art. 206º del Código Penal.
- Delito contra los medios de transporte y comunicaciones: Art. 280º del Código Penal.
- Delito contra los yacimientos arqueológicos: Art. 226º del Código Penal.
- Delito de Contaminación del medio ambiente: Arts. 304º y 305º del Código Penal.
- Delito de Depredación de flora y fauna legalmente protegidas. Art.308º del Código Penal.
- Delito de utilización indebida de tierras agrícolas. Art. 311º del Código Penal.
- Delito de Alteración del ambiente o paisaje. Art. 313º del Código penal.
Además el Procurador Público del Gobierno Regional ha debido demandar civilmente a la Southern Copper Corporation, la indemnización de los daños y perjuicios causados a la carretera Abancay-Antabamba y al río Antabamba de conformidad con lo dispuesto por el artículo del Código Civil 1321º del Código Civil.
Y quién pagará los daños y perjuicios ocasionados a las tierras de la Comunidad Campesina de Tapayrihua y los miles de habitantes de la provincia de Antabamba que se desplazan por esa carretera y deben quedarse varados por días y realizar carísimos trasbordos en autos alquilados. Por ejemplo: ¿quién les ha pagado a los propietarios de los camiones cubiertos por los huaicos en marzo del 2009?
¿Quién paga los platos rotos por la Southern Copper Corporation?
Los paga DAVID SALAZAR MOROTE con los dineros del Gobierno Regional de Apurímac, que tanta falta nos hace, y para eso comedidamente ha hecho las siguientes gestiones para librar a la Southern Copper Corporation, de las obligaciones que le ordenada la ley:
- Año tras año el Gobierno Regional de Apurímac, gasta decenas de miles de soles en el uso de maquinaria pesada, maquinistas, carburantes y combustibles, etc., para reparar el daño que ha hecho la Southern Copper Corporation.
- Con Código SNIP del Proyecto de Inversión Pública: 85903, ha hecho aprobar el Proyecto de Inversión Pública: Mejoramiento de la Transitabilidad en el Sector Masopampa-Carretera Santa Rosa-Antabamba, Distrito de Tapayrihua, Provincia de Aymaraes, Region Apurímac, por un valor de S/. 7,802,494.00.
- Vía la ONUPS (Las Naciones Unidas Para Proyectos) está sometiendo a Licitación Pública Nº PER/08/69413/1166 – Proyecto PER/08/69413, para el Estudio de Pre-Inversión a Nivel de Pre-Factibilidad del Proyecto “Mejoramiento de la Transitabilidad en el sector de Masopampa – Carretera - Santa Rosa Antabamba, distrito de Tapayrihua, provincia de Aymaraes Región Apurímac (puente Masopampa y Acceso)”, por un valor de más de 6 millones de soles.
Esas maquinaria y combustibles y esos millones de soles que se están utilizando en la reparación de daño causado deben ser íntegramente asumidos por la Southern Copper Corporation, y no por el Gobierno Regional de Apurímac, y estos recursos deberían utilizarse para el desarrollo vial de las cientos de Comunidades Campesinas de la Región Apurímac, pero como David Salazar Morote tiene puesto el caso de minero de esa empresa; bueno pues, que lo pague el pobre pueblo apurimeño.
Como ya ha sucedido en la historia de nuestros ríos de Apurímac; no queremos imaginarnos, si un dia de estos se viene todo el cerro y crea un gigantesco embalse, que podría arrasar con los poblados y campos de cultivo ribereños ubicados a lo largo de los ríos Antabamba y Pachachaca; asi como grandes tramos de nuestra pista asfaltada y los modernos puentes, seguro que retrocederíamos a los inicios del siglo XX. ¡Y QUIEN PODRIA PAGAR ESO!
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