Con gran pompa y enorme gasto, la Municipalidad Provincial de Abancay, organiza año a año, el Carnaval Abanquino, programando una serie de actividades, entre las que destaca por los malestares que ocasiona, la entrada del ÑO CARNAVALON, que en buena cuenta es un pasacalle, donde el municipio invita a las entidades del Sector Público, para que participen, haciendo hincapié en que la institución que presente el mejor carro alegórico, la más bella reina y la comparsa más finamente ataviada y acompañada con conjuntos y bandas musicales, se hará acreedora a un jugoso premio y a la gloria y dicha de ser la ganadora de este evento.
A esta invitación se apuntan todas las instituciones, pero especialmente las que menos destacan por su labor en bien de la sociedad apurimeña, que generalmente está a cargo de algún inepto haragán que ha esperado este momento de diversión y jolgorio para demostrar ante la ciudadanía su pundonor y valía. Y con este bello motivo, se da ocasión para el despilfarro del erario público, por que los bellacos jefes de esas entidades no escatiman esfuerzos para gastar la plata de todos los peruanos en: Carro alegórico, vestido para la reina, alquiler de disfraces para la comparsa, alquiler de conjuntos y banda de músicos, bastante cerveza, globos, serpentinas y chisguetes para todos los marchantes. En medio de esta bacanal de despilfarro sin límite ni pudor, los que ganan son los jefes de las entidades participantes, pues como siempre se inflan esos gastos para sus bolsillos, que desde luego son santificados por la Contraloría General de la República, el Ministerio Público y los siempre bien dormidos anti corruptos del Ministerio de Justicia.
Pero, para desgracias de algunos trabajadores, no siempre los Jefe de sus trabajos gastan en lo que dicen van a gastar o han gastado, sino que los obligan a participar bien disfrazados y borrachos a su costa, bajo apercibimiento de ser descontados con un día de sus salarios si son nombrados, (como si este robo fuera legalmente posible) y ser despido intempestivamente, si son contratados; de modo que los pobres servidores, deben alquilar su disfraz por su cuenta y gastar sus dineros en cerveza, serpentinas, globos y chisguetes.
Al final de la Entrada del Ño Carnavalón, bajo la atenta mirada de algunas personas que fungen de jueces sin reglamento ni barreras, se da a conocer la relación de los ganadores, que resultan siendo las entidades que han presentado el mejor carro alegórico, la reina mejor vestida, la comparsa mejor ataviada, borracha y bailada al compas de sus músicos de alquiler; es decir, resulta ganadora la institución que más ha robado y malversado el erario público, que es la plata de todos los peruanos; y el premio que ofrece la Municipalidad también es producto de otro robo y malversación de los dineros del pueblo. En buena cuenta, resulta que esta Entrada no es más que una de las tantas oportunidades para que nuestros muy honestos administradores públicos, roben al pueblo apurimeño a la par de divertirse. Entonces esta “Entrada” termina siendo una “Salida” del dinero destinado para obras y apoyo social. Lo mismo sucede en el pasacalle por el aniversario de la Ciudad del mes de noviembre.
La Municipalidad de Abancay, como era al principio de estas fiestas de carnaval por los años 60’, debería invitar a las Juntas Vecinales o barrios de la ciudad para que acompañen al Ño Carnavalón en su famosa entrada y darle el premio que obligatoriamente debe aportar la Unión de Cervecerías Peruanas BACKUS Y JOHNSTON S.A.A. y los comerciantes que ganan enormes sumas con los gastos de esta fiesta, al verdadero pueblo organizado y dueño real de la fiesta y no a los burócratas ladrones de los dineros de todos los apurimeños.
SE ALQUILA DISFRAZ DE ABANQUINA: S/. 80.00
CON CALZON: S/. 100.00
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