Miren las tremendas cifras que van a invertir las empresas mineras en Apurímac:
• Las Bambas (Apurímac) de Xstrata con 1,500 millones de dólares.
• Hierro Apurímac (Apurímac) de Strike Resources de Australia con 1,500 millones de dólares.
• Los Chancas (Apurímac) de Southern con 1,200 millones de dólares.
• Minera Antares Peru S.A.C./Antares Minerals Inc (Canada) 301 millones de dólares.
Sumados a las pequeñas inversiones que harán otras catorce empresas mineras se trata de la colosal suma de más US$ 5,000’000.000, ósea cinco mil millones de dólares americanos, que al cambio actual en moneda nacional significa: S/. 15,000’000,000 (Quince mil millones de nuevos soles), eso significa: 133.63 veces el presupuesto anual actual del Gobierno Regional de Apurímac, es decir, como si hubiéramos recibido 132 millones de soles desde el año 1876, apenas tres años después de nuestra creación política. Entonces los que se mueve en está triste y pauperizada Región de Apurímac donde hasta las famélicas vaquitas se mueren por una miserable vacuna, es una millonada increíble que las autoridades ni los ciudadanos hasta la fecha conocemos y mucho menos controlamos.
Esta gigantesca inversión incrementa el control del poder político a nivel central por parte del capital extranjero, y por intermedio de este (que ahora está en manos de los apristas limeños) al Gobierno Regional de Apurímac, en la persona de su huasipungo SALAZAR MOROTE.
La posición servil que este sujeto ha adoptado frente a esta colosal maquinaria financiera y económica es de absoluta sumisión con el propósito de ganarse las prebendas que suelen dar estas empresas transnacionales a sus eventuales socios estratégicos. Poco le importa pues cumplir con la visión y misión del Gobierno Regional y menos aun defender la propiedad que tienen las Comunidades Campesinas de Apurímac, sobre las tierras en que la ambiciosa Lima ha hecho estas concesiones mineras, ni la protección de los recursos naturales, culturales y ambientales de Apurímac.
Un verdadero Presidente Regional con coraje y lealtad al pueblo que lo eligió habría dispuesto la creación de una COMISIÓN REGIONAL DE INVESTIGACIÓN DE LAS CONCESIONES E INVERSIONES MINERAS EN APURIMAC, que tenga la obligación de acopiar todo tipo de documentos administrativos, notariales y registrales para conocer en detalle por qué medios administrativos y legales se habría facilitado esa gigantesca inversión y que beneficios reales traería a la Región Apurímac, de ahora, de esta generación, y no esperar que más adelante, cuando el pueblo apurimeño a golpe de movilizaciones y muertos logre arrancarle a estas empresas, si quiera la cuarta parte de lo que les han pagado a los malditos faenadores apristas.
La actitud actual del apurimeño medio, especialmente de los pre-candidatos a las elecciones municipalidades y regionales, es decir esta famosa frase: “Yo no estoy en contra ni a favor de la minería”, lo dicen por estos tres motivos:
1. Porque esperan que las empresas mineras instaladas en sus provincias los escojan como su futuro huasipongo y le financien su campaña. Caso contrario estarán contra la minería; y, lo dicen porque saben que las empresas mineras ya han hecho psicosociales dentro de la población comunera, separando a los comuneros que de buena fe les creen, de los que luchan por su territorio y por un trabajo digno. Y porque además de contar con los dineros mineros desean contar con el voto de los comuneros ya alienados.
2. Porque esperan que las empresas mineras les pueda dar algún trabajo muy bien remunerado.
3. Pero la mayor parte lo dice por ignorancia, porque como SALAZAR MOROTE no conocen la magnitud de este problema, y solo lo conocerán cuando para su beneficio o su desgracia, la minería se meta en sus vidas.
No consideramos malo contar con inversiones dentro de nuestra región, lo malo y pervertido es que las autoridades regionales y locales no tengan una idea cabal de la magnitud de estas inversiones y del provecho real que pueda significar para el desarrollo apurimeño.
Pero lo más monstruoso y demoniaco es que estas autoridades, por algunos míseros dólares, les otorguen ilegales facilidades o negocien algún procedimiento administrativo a las espaldas de los apurimeños y sobre todo de los comuneros propietarios, para reventar el futuro de nuestras juventudes.
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